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Authors: César Millán & Melissa Jo Peltier

Tags: #Adiestramiento, #Perros

Las normas de César Millán (10 page)

BOOK: Las normas de César Millán
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Lo bonito de la rehabilitación de Viper fue que todo el equipo de
El encantador de perros
se involucró: desde los productores hasta el equipo, pasando por mis hijos y mi fiel manada de perros del Centro de Psicología Canina. Cuando al cabo de tres meses visité de nuevo a Harlen y Sharron, Viper estaba mucho mejor. Iba a todas partes con Harlen, incluso en salidas a la ciudad y al concurrido ultramarinos, y además se había vuelto mucho más amable con los desconocidos. Harlen me dijo que hasta dormía al lado de su cama.

El cambio más notable era que Viper se había vuelto mucho más equilibrado en la tarea para la que había sido adiestrado. Antes de su paso por el centro se ponía nervioso si estaba con alguien que no fuera Harlen. Cuando el equipo de
El encantador de perros
fue a grabarlo para ver su evolución, Viper localizó los ocho móviles que estaban escondidos mientras todo el equipo estaba en la habitación con él.

Cuando un perro está bajo mínimos, como era el caso de Viper, y puede volver a vivir plena y felizmente, tengo la sensación de que hay esperanza para todos nosotros en este mundo.

Las normas de César para que un perro asustado recupere el equilibrio

  1. Tómese su tiempo para ganarse la confianza del perro. La primera vez que esté ante él no lo toque, no le hable, evite mirarlo a los ojos. Yo suelo sentarme al lado del perro y lo ignoro hasta que la curiosidad puede con él y es él el que se acerca. No debemos precipitar el proceso de ganar su confianza, sobre todo con un perro asustadizo.
  2. Si el perro se muestra asustado, no sienta lástima de él ni lo acaricie. Eso sólo alimenta sus miedos. Por el contrario, permanezca sereno y firme. Su propia conducta le dirá al perro que está en un entorno seguro. Como siempre, tal vez tenga que repetir este proceso muchas veces antes de que su energía influya en el perro, pero al final lo logrará.
  3. Antes de adiestrar formalmente a un perro demasiado asustadizo es necesario que éste recupere la alegría de ser un perro. Utilice la piscina del jardín, su juguete favorito, un juego, otros perros que sean buenos amigos suyos o recompensas en forma de comida para distraerlo y ayudarlo a que disfrute siendo él mismo, incluso cerca del objeto que lo asusta.
  4. No invada su espacio demasiado pronto. Deje que el perro se acerque y reclame su cariño antes de irrumpir en su espacio personal. Para no intimidar al perro, acaríciele la barbilla y la cara en lugar de la cabeza.
  5. Enfréntelo poco a poco a las cosas que lo asustan. Empiece muy suavemente, en tandas de entre tres y cinco minutos, luego recompénselo con lo que más le guste, ya sea comida, la piscina o una sesión de
    frisbee
    . Premie cada logro por pequeño que sea. Asegúrese en todo momento de que le está transmitiendo serenidad y equilibrio con su energía. Vaya alargando las sesiones y complicando los retos cuando el perro ya domine las sesiones más cortas. Para que el proceso sea más agradable añada algo que le guste, como chucherías o su juguete favorito.
  6. Si el perro puede estar con otros perros bien educados y equilibrados, no hay nada en el mundo que supere el poder de la manada. Un perro es capaz de influir sobre otro asustadizo mucho antes que cualquier persona.

En el capítulo siguiente trataremos cómo puede preparar a su perro para que se convierta en el acompañante obediente con el que siempre soñó sin perder el equilibrio natural y la esencia canina que le otorgó la madre naturaleza.

3
Recompensas, castigos y todo lo demás
¿Hay una forma correcta de educar a un perro?

Siempre trabajo a partir de mi instinto —ese don que de entrada me permite entender a los perros— pero también he podido añadir un montón de novedades a mi caja de herramientas. Los perros son mis profesores, pero en estos últimos años, en mis viajes por el mundo desde que empecé mi programa de televisión en 2004, también he conocido profesores muy interesantes, algunos de los más prestigiosos en su especialidad.

De los expertos en zoología y en perros —veterinarios, adiestradores, académicos que estudian la conducta animal o la teoría del aprendizaje— a los que he tenido el placer de conocer están algunos que han estado en profundo desacuerdo conmigo, muchos me han desafiado, pero de alguna manera todos han contribuido gracias a su conocimiento en mi desarrollo como hombre y como profesional de los perros. Algunos han aportado generosamente su experiencia y su sabiduría para este libro y espero que mis propias ideas y experiencias también hayan ayudado a algunos de ellos.

Teorías sobre el adiestramiento canino

Hay docenas de teorías e ideas sobre cómo adiestrar un perro. Hay un dicho en nuestro mundo según el cual, si hay dos adiestradores y se les pide que se pongan de acuerdo en algo, sólo coincidirán en que un tercer adiestrador lo está haciendo todo mal. Sin embargo, al documentarme para este libro he descubierto que esto no es del todo cierto. Aunque hay muchos desacuerdos y de vez en cuando alguna agria discusión, casi todos los grandes adiestradores están dispuestos a compartir información e ideas. Es evidente que a estos adiestradores les mueve su amor por los perros, no su ego. Jamás criticaría a otro profesional porque me gusta aprender de todo el mundo. Y me gusta pensar bien de los demás, porque normalmente están a la altura de mis expectativas.

Casi todos los adiestradores coinciden en que podemos dividir de varias maneras los métodos de adiestramiento. La primera división enfrenta las técnicas basadas en teorías sobre el aprendizaje y las técnicas basadas en la conducta natural del perro. Estoy empezando a estudiar las teorías sobre el aprendizaje, por lo que mis técnicas se basan sobre todo en la experiencia adquirida y en la observación del comportamiento de los perros. Luego están las distintas escuelas de adiestramiento canino, que algunos dividen de un modo simplista entre «tradicional» (basado en el castigo), «positivo» (basado en la recompensa) y «equilibrado» (que incorpora elementos de ambas escuelas).

Lo cierto es que las cosas no son tan simples. Si repasamos la historia del adiestramiento de perros, veremos que las técnicas y los estilos de adiestramiento no siempre han evolucionado en línea recta.

Algunos hitos en la historia del adiestramiento de perros

Edad de Piedra (alrededor del 8000 a.C.). Los perros viven con los seres humanos, dándoles calor y ayudándolos a cazar y pastorear. A medida que son domesticados, van desarrollando genéticamente la capacidad de comprender las órdenes del ser humano. Al mismo tiempo la dependencia del ser humano respecto de los perros puede estar alterando el curso de la evolución humana. «Por ejemplo, un perro de caza capaz de olisquear una presa reducía la necesidad del hombre de agudizar su olfato. Los grupos de personas que aprendieron a adiestrar y a trabajar con perros contaban con una ventaja selectiva sobre otros grupos. Así pues, al igual que el ser humano ha ejercido una presión selectiva sobre la evolución del perro, parece muy probable que el perro haya ejercido a su vez una presión selectiva sobre la evolución del ser humano»
[1]
.

Alrededor del 3500-3000 a.C. En muros del Egipto predinástico aparecen dibujos de perros con collar.

Hacia el 2600-2100 a.C. En el Imperio Antiguo egipcio diversos murales, collares y estelas revelan a los arqueólogos los nombres de los perros favoritos de sus dueños, como Valiente, Leal, Buen pastor, Viento del Norte, Antílope e incluso Inútil. Otros nombres surgen del color del perro, como Negrito, mientras que en otros casos el perro es bautizado con un número, como Quinto.

Alrededor del 350 a.C. Alejandro Magno cría a Peritas —tal vez un mastín o un galgo— desde que era un cachorro y lo lleva consigo en todas sus campañas. Se cuenta que cuando el rey cayó en una emboscada que le tendió el persa Darío III, Peritas saltó y mordió a un elefante en el labio, así salvó la vida de Alejandro y su imperio. Según la leyenda, Alejandro quedó tan desolado tras la muerte de Peritas que levantó numerosos monumentos en su honor e incluso bautizó una ciudad con su nombre
[2]
.

Hacia el 127-116 a.C. El granjero romano Marcus Varro deja escritos varios consejos sobre adiestramiento y cría de cachorros para el pastoreo. Esa y otras pruebas escritas nos indican que ya los romanos entendieron el valor de un temprano adiestramiento.

En el año 55 a.C. Las legiones romanas conquistan Europa acompañadas de sus «perros guía», probables antepasados de los mastines y rottweilers modernos. Aquellos perros desempeñaban labores de vigilancia y pastoreo para los militares y su séquito.

Alrededor del año 700. Los antiguos adiestradores y criadores chinos gozan de un gran prestigio y respeto debido a los avances que han logrado en la miniaturización de perros y en el desarrollo de las primeras razas enanas. Los perros enanos chinos, que en principio fueron creados para hacer compañía y como calentadores para los pies, viven dentro de los palacios y sólo pertenecen a los miembros de la familia.

Siglo XIV. Por toda Europa, y en todas las clases sociales, empezando por los reyes, se extiende la popularidad del perro como animal de compañía y no sólo como cazador y pastor. Los perros desempeñan funciones tan diversas como ir a la guerra enfundados en una armadura o andar dentro de una rueda para que gire un asado en el fuego.

Siglo XVIII. Los buscadores de trufas aprenden a premiar con pan a sus perros cuando éstos encuentran una. Esta técnica resulta más económica que utilizar cerdos, a los que es imposible impedir que se coman todas las trufas que encuentran.

1788. En el hospital para ciegos de Quinze-Vingts, en París, Francia, se crea la primera instalación para el adiestramiento de perros guía.

1865. El general británico W. N. Hutchinson publica
Dog Breaking: The Most Expeditious, Certain and Easy Method, Whether Great Excellence or Only Mediocrity Be Required
[Cómo domesticar un perro: el método más expedito, seguro y sencillo, da igual que se busque la excelencia o la mediocridad], que básicamente trataba del adiestramiento de perros de caza, como el pointer o el setter. A pesar del título el autor aboga por una forma primitiva de adiestramiento positivo: «[El] brutal empleo de un valeroso perro [por parte de] hombres de fuertes brazos y duro corazón: pero ni carácter ni cabeza para adiestrar hizo que me hirviera la sangre». y añade Hutchinson: «Es difícil imaginar que un perro jamás pueda aprender algo, siempre que la consecución del objetivo deseado recompense suficientemente los esfuerzos del adiestrador»
[3]
.

1868. Sir Dudley Majorbanks, primer barón Tweedmouth de Escocia, se propone crear el «perro de caza definitivo»: acompañante y cobrador de presas. Inicia una línea de reproducción de la que saldrá el perro favorito de Norteamérica: el golden retriever.

1882. S. P. Hammond, escritor de la revista
Forest and Stream
, aboga en sus columnas y en un libro
Practical Training
[Adiestramiento práctico] por que cuando un perro haga algo bien se lo elogie y premie con carne.

Década de 1880. Montague Stevens, un célebre cazador de osos y amigo de Theodore Roosvelt y del escultor Frederic Remington, adiestra a sus bear dogs de Nuevo México premiándolos con trozos de pan en lugar de golpearles y darles patadas, como hacen normalmente otros dueños de la época.

1899. Se abre en Ghent, Bélgica, la primera escuela para perros policía, usando pastores belgas, que recientemente había adquirido el estatus de raza.

1901. Los alemanes crean el Schutzhund, una competición dedicada a la obediencia, la protección, el rastreo y el ataque.

1903. Ivan Pavlov publica los resultados de sus experimentos sobre el perro y la digestión en los que afirma que se puede adiestrar a un animal para que tenga una respuesta física, relacionada con la comida, ante diversos estímulos no alimenticios. Pavlov denomina a este proceso de aprendizaje «reflejo condicionado». En 1904 fue galardonado con el premio Nobel por sus investigaciones.

1907. La policía comienza a patrullar las ciudades de Nueva York y South Orange, Nueva Jersey, con pastores belgas y wolfhounds irlandeses.

1910. En Alemania el coronel Konrad Most publica
Dog Training: A Manual
[Adiestramiento de perros: manual] y así, por defecto, se convierte en padre del adiestramiento tradicional de perros. Mediante el uso recurrente de los tirones de correa y los castigos, los métodos de Most seguirán vigentes en muchos centros de adiestramiento policiales y militares un siglo después. Irónicamente las teorías de Most se basan en los mismos principios de condicionamiento operante que más tarde darán paso al adiestramiento mediante el
clicker
.

1911. Edward Thorndike escribe un libro en el que presenta su teoría de la «ley del efecto» basada en estímulos y respuestas. Thorndike muestra que la «práctica crea la perfección» y que un animal, si se le refuerza con recompensas, puede aprender con rapidez. Sus estudios sobre recompensas y consecuencias influirán en el profesor B. F. Skinner, de la Universidad de Harvard, en su desarrollo del conductismo
[4]
.

1915. La policía de Baltimore empieza a utilizar airedales de Inglaterra para patrullar las calles. El empleo de airedales será suspendido en 1917 al comprobar que los perros no sirven a la hora de detener a alguien. Sin embargo, lo que se le escapa a la policía es que mientras esos perros estaban patrullando no se produjo robo alguno.

El inglés Edwin Richardson quiere retomar el uso de los perros en la guerra, siguiendo el ejemplo de griegos y romanos. Hombre aparentemente muy espiritual —Richardson describe el alma de un perro y su sexto sentido cuando muere alguien querido—, durante la Primera Guerra Mundial adiestró perros, sobre todo collies, airedales y cobradores para el ejército. Sus métodos incorporan juegos y otras formas de refuerzo positivo, y los perros aprenden rápido. Muchos son empleados durante la guerra en tareas de comunicación y vigilancia.

1917. Los alemanes empiezan a usar perros guía para los soldados que han quedado ciegos por ataques de gas mostaza. Los franceses no tardan en imitarlos.

1918. Lee Duncan, cabo del ejército norteamericano, encuentra cinco cachorros en la perrera de una guarnición abandonada en Lorena, Francia. Duncan coge uno y le pone el nombre de Rin Tin Tin, como las muñecas que los niños franceses regalaban a los soldados. El perro viaja a California, donde su adiestramiento es muy sencillo y no tarda en ser contratado para el cine con tal éxito que salva de la bancarrota a los estudios Warner Brothers.

El perro morirá en 1932, entre los brazos de su vecina Jean Harlow, y será enterrado en París. Sus descendientes seguirán trabajando en películas hasta la década de 1950 y mucha gente seguirá su ejemplo y tratará de adiestrar a sus propios perros para que hagan sencillas cabriolas.

1925. Hellen Ketler recibe uno de los primeros perros guía alemanes para ciegos.

1929. Dorothy Harrison Eustis crea la American Seeing Eye Foundation para adiestrar perros guía para invidentes.

1930. Cerca de cuatrocientos perros son empleados como actores en Hollywood, la mayoría de ellos mongrel terriers que, al ser más pequeños que otros, son ideales para rodajes en plató, duros para los rodajes en exteriores y tremendamente listos.

1933. Helen Whitehouse Walker crea las competiciones de obediencia del American Kennel Club, en las que quiere demostrar que sus caniches son algo más que una cara bonita.

1938. En Harvard B. F. Skinner publica
The Behavior of Organisms
[El comportamiento de organismos: un análisis experimental], basado en sus investigaciones sobre el condicionamiento operante como modelo de aprendizaje científico para los animales y los seres humanos. Se centra especialmente en enseñar a palomas y ratas.

1940. Motion Picture Association of America (siguiendo el Código Hays de censura) otorga a American Humane Association la potestad de supervisar el trato que reciben los animales en las películas a causa del escándalo público creado en 1939 por el filme
Jesse James
, en el que un caballo muere al caer por un acantilado.

1942. El ejército de Estados Unidos afirma necesitar 125.000 perros para la guerra y solicita la donación de ejemplares grandes. El ejército sólo consigue adiestrar a 19.000 perros entre los años 1942 y 1945. Al parecer los alemanes tienen 200.000.

1943. Marian Breland y su marido, Keller Breland, crean una empresa llamada Animal Behavior Enterprises (ABE) para adiestrar perros para espectáculos. Los Breland fueron alumnos de B. F. Skinner y en sus comienzos enseñaron a animales a hacer cabriolas para espectáculos y para publicidad, como el perro cocinero de General Mills. Fueron pioneros en el uso del
clicker
para adiestrar animales a distancia y para acelerar las afirmaciones y los premios. Los Breland también serán los primeros en adiestrar delfines y aves usando los principios de condicionamiento operante aplicado de Skinner.

Se rueda la película
Lassie Comes Home
[La cadena invisible]. El papel de la protagonista lo interpreta un macho collie de pura raza. Los perros son adiestrados por Rudd Weatherwax y su hijo Robert, que pronto se convertirán en los primeros adiestradores de perros «famosos» de Hollywood.

1946. William R. Koehler se convierte en adiestrador jefe de animales para Walt Disney Studios, donde permanecerá durante más de veintiún años. Koehler, que fue entrenador del Cuerpo K-9 del ejército norteamericano, publicó una exitosa serie de manuales de adiestramiento, desarrolló programas eficaces para el entrenamiento de perros receptivos y diseñó métodos para corregir a animales problemáticos que, de otro modo, habrían sido exterminados. Popularizó el uso de las cadenas de estrangulación, las cadenas de tiro, las cuerdas largas y las correas ligeras. Aunque los métodos correctivos de Koehler serían criticados posteriormente por su innecesaria dureza y contundencia, entre las décadas de 1950 y 1970 serían el pilar principal del adiestramiento canino.

1947. Los Breland empiezan a usar pollos como modelos de adiestramiento porque son baratos, fáciles de obtener y porque «no se puede ahogar a un pollo» (o sólo aprenderá a salir corriendo).

1953. El científico austriaco Konrad Lorenz publica
Man Meets Dog
[Cuando el hombre encontró al perro] y
El anillo del Rey Salomón
, libros que popularizan el conductismo animal.

1954. Blanche Saunders, autora de
The Complete Book of Dog Obedience
, recorre el país para difundir el evangelio de la obediencia de formación para mascotas. No es partidaria de usar la comida como refuerzo principal (o «soborno», como lo llama ella) y aboga por los elogios y las caricias en la cabeza como formas más eficaces de aprobación.

1956. Baltimore restablece su programa de perros policías, que a día de hoy es el más antiguo del país.

Finales de la década de 1950 y década de 1960. Frank Inn, que fue ayudante de Rudd Weatherwax durante el adiestramiento del Lassie original, se independiza y en un refugio adopta un perro llamado Higgins. Después de que un accidente lo obliga a usar una silla de ruedas Inn tiene que adiestrar a Higgins recurriendo únicamente a su voz, las chucherías y el refuerzo positivo. Higgins interpretará poco después al mundialmente famoso
Benji
.

1960. Marian y Keller Breland son contratados por la marina norteamericana y conocen a Bob Bailey, primer director de adiestramiento de la marina para su Programa de Mamíferos Marinos. Se asociarán con él y, tras la muerte de Keller Breland en 1965, Marian se casa con Bob Bailey en 1976.

1962. William Koehler publica
The Koehler Method of Dog Training
[Método Koehler de adiestramiento canino], que se convertirá en un clásico entre los participantes del concurso de obediencia de la AKC y en la guía de adiestramiento canino más popular de la historia. Entre las técnicas de Koehler figuran el uso generoso del elogio ante un buen comportamiento y el concepto básico de «comprobación» del perro: el adiestramiento será más eficaz si nos aseguramos de realizarlo en todo tipo de entornos y en condiciones muy variadas. Junto a su hijo, Dick Koehler, utilizará métodos para salvar de la eutanasia a muchos perros desahuciados. A pesar de la polémica reputación de Koehler entre los adiestradores actuales, algunas de sus técnicas siguen siendo la base de muchos sistemas de adiestramiento canino tan eficaces como vigentes
[5]
.

1965. Los doctores John Paul Scott y John Fuller publican
Genetics and the Social Behavior of the Dog
[Genética y comportamiento social del perro], que para algunos sigue siendo el estudio definitivo sobre conducta canina. Entre otras muchas cosas el libro identifica los periodos críticos en el desarrollo social y del aprendizaje de los cachorros.

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